En el Calendario Maya, el 25 de julio es el Día Fuera del Tiempo. Para los que no saben, el Día Fuera del Tiempo, es un día que conecta a dos años, y no tiene tiempo ya que sirve de ajuste tanto a nivel de tiempo, como también a nivel de conciencia. Este es un día donde se abre el espacio para reflexionar sobre el año que pasó, y para detenernos en un acto de reconciliación interna, primero que todo con nosotros mismos, y luego con todas aquellas personas y situaciones que nos han “dañado” y a las que nosotros hemos hecho “daño”. De esta forma, podemos comenzar el año en paz con nosotros mismos, más livianos y sin mochilas emocionales.
En el 2018, el 25 de julio cae miércoles. En este nuevo año se cumple un ciclo de purificación que comenzó el 2006 con la Luna Magnética Roja, y que nos llevó a aquellos de nosotros que estamos en el camino de la conciencia, a experimentar y a co-crear todo aquello que era necesario ver para poder purificarlo y transformarlo en una nueva visión.
Justo en el punto medio de este ciclo, tuvimos el marcador del cambio del Gran Ciclo: el 21/12/2012, que representa un salto importante hacia esta nueva era de conciencia en la Tierra y para la humanidad. A partir de este punto del 2012, todo cambió y tomó nuevos rumbos. Si hacemos una recapitulación de lo que han sido estos últimos años en nuestra vida (2006-2018) nos daremos cuenta de esto.
Particularmente en el año 2018 estamos haciendo la transición desde un año Semilla Cristal (que comenzó el 26/07/2017 y terminó el 24/07/2018 y estuvo relacionado con preparar las semillas y plantarlas en el lugar y el momento adecuado–). Un año donde muchas cosas cambiaron, se iniciaron nuevos rumbos y caminos, más alineados con nuestro verdadero ser, se iniciaron nuevos proyectos de vida (personales, laborales, familiares), o participamos de nuevas comunidades de personas más alineadas a nuestro propósito –o quizá se cerraron proyectos o relaciones que antes nos acompañaban y que cambiaron (o aún están cambiando).
El nuevo año que estamos comenzando, a partir del 26/07/2018, tiene que ver con la Luna Cósmica Roja. Es un año donde las semillas del año anterior toman la fuerza de la Tierra para comenzar a dar los primeros brotes. La energía de este año nuevo tiene que ver con la purificación, la limpieza, la transformación y la trascendencia a todos los niveles (físico, mental, emocional y espiritual), especialmente en aquellas estructuras que nos mantienen en la ilusión de la separación y ya no sirven a nuestro propósito más elevado, para dar paso a la realidad donde somos uno con todo. Esta nueva realidad tiene una lógica completamente distinta a la anterior, en donde “todos somos uno” y no existe nada “fuera” de nosotros.
Durante este año, todo aquello que nos mantenga en la ilusión será transformado, para así recodar la verdad de quienes somos realmente. Por eso, durante estos últimos días, probablemente nos sucedieron cosas que marcan el inicio de esta purificación o limpieza que viene para este año. A veces, dependiendo de la cantidad de estructuras tóxicas que estamos sosteniendo en nuestra vida, las experiencias que nos “suceden” pueden ser más o menos fuertes en cuanto a la intensidad y el tipo de situaciones que vivimos en nuestra realidad física. La definición “tóxicas” tiene que ver con todo aquello que nos mantiene dormidos en la ilusión de la “separación” y todo lo que no está alineado con la esencia de nuestro ser. Lo importante es darse cuenta y hacernos conscientes de que esto es absolutamente necesario para que emerja nuestro sentido de vida y propósito, la posibilidad de ser uno con todo y experimentar el amor verdadero en nuestra vida física.
Recomendamos acompañar esta purificación con agua en forma periódica, y ser cuidadoso con nuestra alimentación física, mental, emocional y espiritual. La energía de este año va a tender a sacar las “toxinas”, que van desde aquellas toxinas físicas que comemos… pasando por las relaciones que ya no están alineadas con nuestro ser y se transforman en tóxicas… hasta aquellas no físicas como hábitos o rutinas dañinas para nosotros. Tomar agua pura diariamente, darse baños de agua con sal y bañarse en el mar ayudará mucho.
Es tan profundo el cambio que estamos experimentando, que aún no tenemos conceptos para imaginarlo o expresarlo. ¡El día es la unidad más importante en este nuevo ciclo! Por lo mismo, sugiero se enfoquen cada día en el día, valga la redundancia, y pongan mucha atención a sus rutinas y hábitos diarios, así como a cada detalle, pensamientos, sensaciones y emociones que nos van sucediendo durante el día.
¡Bendiciones a cada uno y disfrutemos este nuevo año!
Viento Magnético Blanco